La calle Ciegos, también conocido como Callejón de los Ciegos, está situada dentro de las bodegas González Byass, en el casco histórico de Jerez.
Sus parras vírgenes crean un juego de luces y sombras y un microclima muy particular. En otoño, la parra despliega colores más naranjas y rojos, para durante el invierno perder sus hojas y dejar pasar al sol, follaje que recupera en primavera para dar su sombra.
La primera mención encontrada sobre la calle es del año 1589. Probablemente su nombre se deba a la existencia de una casa, asilo o escuela para ciegos, aunque no hay documentación que pueda confirmarlo.
Hacia 1835 el joven Manuel María González Ángel adquirió su primera bodega en la zona con la firme intención de elaborar vinos de Jerez. Solo 5 años después, amplió las instalaciones con el núcleo bodeguero conocido como 'La Constancia' y en la segunda mitad del siglo XIX, el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera llega a un acuerdo con la empresa González Byass, por la que éste le cede la calle, junto a la calle Cazorla Alta y la calle Unión.
Un pie de parra centenario adosado a la entrada a poniente de la nave 'Bodega Los Reyes' inspiró a los gestores de la bodega en los años 60 a extender los emblemáticos emparrados a la calle Ciegos.
Hoy día González Byass continúa instalando dispositivos de sombra mediante emparrados en las calles exteriores de sus bodegas ya que además de embellecer, aclimatan la temperatura de sus espacios exteriores.